En este capítulo, como era de esperar, las tramas de los personajes se van complicando.

Se ve a una Ana más entregada a Carlos, ya que accede a cenar con él y empieza a sentir cada vez más. Esta cena fue todo lo bien que ella querría ya que descubre que en el mismo restaurante esta cenando Alberto con Cristina, su hermana, su cuñado y la mujer de su cuñado. Ana no puede creer lo que ve y entra n un estado de nervios incontrolable. ¿Por qué será?. Ana está intentando olvidar a Alberto y finge que le da igual que este se entere de que está saliendo con alguien y que la vea, pero a la hora de la verdad no puede soportar que sea descubierta con el nuevo chico. Por otro lado, ella busca una cena en la que conocer a esta nueva persona, dar lo mejor de sí misma y estar a gusto y tranquila y la presencia de Alberto lo complica todo. A todo esto se le suma que el piloto esta trabajando para Alberto y que él se enterase de esto podría suponer algo no muy bueno.

Alberto ha cogido con muchas ganas el proyecto para diseñar los nuevos uniformes de la aerolínea. Sabe que mostrando una actitud positiva ante él está fastidiando a Enrique. También ha descubierto que la intención de su cuñado con el diseño de los uniformes de azafatas no es realmente levantar 'Velvet' económicamente, sino hundirla aún más tirando por tierra su prestigio y convirtiéndola en algo sin clase. Alberto no solo va a llevar a cabo el proyecto sino que va a hacer de él el mejor diseño de uniformes de azafata de los tiempos, con líneas elegantes y que respeten la filosofía de la moda 'Velvet', diferenciándose así del resto de uniformes comúnmente diseñados y haciendo de ellos algo extraordinario y admirado. Para ello, pide a las trabajadoras que realicen bocetos de diseños para los nuevos uniformes ya que solo escogerá a la que mejor lo haga. Ana se niega a hacer su boceto y Alberto se presenta en su habitación para rogárselo después de descartar todos los demás. Alberto sabe que Ana es la mejor diseñando, que tiene grandes dotes y que podría hacerlo de manera increíble y no entiende por qué no lo ha intentado. Ella le pregunta si realmente sería buena idea que trabajaran juntos después de todo. ¿Habría problemas sentimentales de nuevo entre ellos?

Cristina está feliz de haberlo arreglado con Alberto y le promete no volver a ocultarle nada. Decide organizar una cena para que Alberto y Enrique resuelvan sus diferencias ahora que van a trabajar juntos. También decide invitar a Patricia.